Trabajo y Pereza
Trabajo y Pereza
En el libro de Proverbios, Salomón usa la palabra perezoso alrededor de diecisiete veces. Perezoso no es alguien que podría trabajar pero no encuentra trabajo; un perezoso es una persona que podría trabajar pero no lo hace. Se cuenta la historia de un individuo que solicitó ayuda en la oficina de bienestar social. El funcionario le preguntó: «¿Por qué necesita asistencia económica?». Él contestó: «Porque tengo problemas con mis ojos». El funcionario preguntó: «¿Cuál es la naturaleza del problema con sus ojos?». El hombre respondió: «Simplemente no me veo saliendo a trabajar todos los días». Y todos los perezosos tienen problemas con sus ojos. El presidente Theodore Roosevelt tenía razón cuando dijo: «No sientas lástima por un hombre porque tiene que trabajar. Si vale la pena, él va a trabajar. Envidio al hombre que tiene un trabajo que valga la pena, y que lo haga bien… sin duda alguna, la mejor recompensa que ofrece la vida es la oportunidad de trabajar arduo en un trabajo que valga la pena». Pregúntale a cualquier patrono y te dirá que cada vez es más difícil encontrar gente que trabaje, que trabaje duro, que haga bien su trabajo y que termine la tarea. Dios no se opone al descanso. Un trabajador descansado y renovado trabajará mejor. La comparación de Salomón en el libro de Proverbios es entre trabajo y pereza. Padres, una de las mejores lecciones que puedes impartir a tus hijos es una ética de trabajo sólida, para que tengan éxito en la vida.
Proverbios 14.23 NVI
Todo esfuerzo tiene su recompensa, pero quedarse solo en palabras lleva a la pobreza.
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