Sigue Orando

Sigue Orando

¿Te sientes desanimado y dejaste de orar por el problema? Si es así, la palabra para ti hoy es: «Sigue orando». Dios tal vez no conteste de la forma que piensas que debería hacerlo, o dentro del plazo de tiempo que te parece apropiado, pero cuando oras de acuerdo con Su Palabra, Él ha prometido contestar: «El Señor no negará ningún bien a quienes hacen lo que es correcto» (Sal 84.11 NTV). Cuando los israelitas salieron a pelear contra un ejército de amalecitas inmensamente superior, Moisés escogió el monte de la oración sobre el valle de batalla, y los israelitas ganaron (ver Éx 17.8-13). Cuando Abraham supo sobre la destrucción inminente de Sodoma y Gomorra, él «se quedó de pie frente al Señor» (Gn 18.22) en lugar de apresurarse a advertir a las ciudades. Cuando unos asesores le informaron a Nehemías que Jerusalén estaba en ruinas, ¿qué hizo él? Antes de poner una piedra en el cimiento, Nehemías levantó un cimiento de oración bajo todo el proyecto (ver Neh 1.4). Las cartas de Pablo contienen más peticiones de oración que súplicas por dinero o consuelo. ¿Y qué de Jesús? Él se levantó temprano para orar (ver Mr 1.35). Él despidió a la gente para irse a orar (ver Mt 14.23). Él subió una montaña para orar (ver Lc 9.28). Y antes de la crucifixión, oró todo la noche (ver Lc 22.36-46). Cada palabra que Él pronunció y cada obra que hizo estaban saturadas en oración. Y si Él necesitaba hacerlo, ¡nosotros también! En resumen, puedes lograr grandes cosas después de haber orado, pero nada importante hasta que hayas orado. Entonces, la palabra para ti hoy es: ¡sigue orando!

1 Tesalonicenses 5.17 NTV

Nunca dejen de orar.

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