Su inmenso amor
Su inmenso amor
Dios en su inmenso amor envió a su Hijo Unigénito, quien vino a buscarnos para darnos salvación: «Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido» (Lucas 19:10). Y el pecado se convirtió en ese gran abismo que separó al hombre completamente de Dios. «Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros» (Romanos 5:8). Con el sacrificio de Jesús, el hombre quedó en paz y a salvo con Dios. En Cristo Jesús ya no somos pecadores, somos santos, porque Él nos ha justificado ante el Padre, nos ha dado nueva naturaleza y nos ha adoptado como hijos de Dios. La cruz nos ofrece Vida Eterna (Juan 17:3), Sanidad Física (Isaías 53:4-50), Libertad de la opresión (Colosenses 2:14-15), Prosperidad económica (2 Corintios 8:9) y Restauración familiar (Malaquías 4:6). Cuando entregamos nuestro corazón a Cristo, pasamos a ser hijos de Dios y puedes gozar de las ricas bendiciones que tiene reservadas para sus hijos; entre ellas, que ya no estás solo, dado que perteneces a la familia más grande del universo, la familia de Dios (Juan 1:12), Dios te hablará a diario a través de la Biblia para guardarte, protegerte, consolarte, orientarte, disciplinarte (Deuteronomio 6:6-9); Puedes hablar con Dios todos los días y contarle a Jesús tus luchas, tus deseos, temores, angustias, proyectos a través de la oración (Santiago 5:17-18). Puedes disfrutar de la presencia de Dios a diario, tanto que tu mayor deleite será adorarlo y glorificarlo, será tanta la alegría, que la tristeza desaparecerá, el temor huirá y tu vida será un continuo fluir de gozo. (Salmo 65:4). Tendrás el mejor amigo y guía espiritual que es el Espíritu Santo te guiará hacia la verdad, te consolará en el dolor, fortalecerá en la prueba y te defenderá en la lucha (Juan 16:13). Podrás reunirte con otros creyentes, para que seas edificado en amor, estimulado en la fe y conozcas más de la gracia divina.
Romanos 5:8 RVR1960
Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.