Acércate a Dios
Acércate a Dios
El planeta Mercurio es caliente, mientras que Plutón es frió. Esto se debe a que Mercurio está cerca del sol y Plutón está bien lejos. La proximidad al sol determina la temperatura y el clima de un planeta. En esto hay un principio espiritual importante. Como un hijo redimido de Dios, tu cercanía a Jesús determina tu temperatura espiritual. Quizás dices: «Me gustaría estar más cerca del Señor». La verdad es que estás tan cerca de Él como quieres estar, decides estar y te disciplinas para estar. Tu búsqueda de Dios revela tu pasión por Dios… o la falta de ella. Para experimentar una verdadera intimidad con alguien, tienes que estar dispuesto a sacrificar otras cosas y entregarte completamente a esa persona. El salmista escribió: «El corazón me dice: «¡Busca su rostro!». Y yo, Señor, tu rostro busco» (Sal 27.8). Fíjate que el salmista no dijo que debías buscar los dones de Dios, ¡sino Su rostro! No los dones, ¡sino al dador de los dones! Y algo maravilloso ocurre cuando lo haces: «Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón. Encomienda al Señor tu camino; confía en él, y él actuará» (Sal 37.4-5).
Stg 1.7-8 NTV
«Esas personas no deberían esperar nada del Señor; su lealtad está dividida entre Dios y el mundo»
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