Aprende a vivir dentro de tus posibilidades
Aprende a vivir dentro de tus posibilidades
He aquí una idea para salir de las deudas y mantenerse así. En lugar de llamarla “tarjeta de crédito”, comienza a verla como tu “tarjeta de deuda”. Por lo general, la gente están en tres categorías: (1) los que tienen; (2) los que no tienen; (3) los que no han pagado por lo que tienen. Se cuenta la historia de un manitas al que llamaron a la mansión de un millonario para dar un nuevo acabado al piso. La esposa del hombre rico le dijo: “Sea especialmente cuidadoso con la mesa de comedor. Se remonta a Luis XVI”. El manitas le contestó: “Eso no es nada. Si no les pago el próximo viernes, mi juego de sala se va a remontar a la mueblería”. Se dice que hoy día, la persona promedio maneja un auto financiado, sobre una carretera financiada por bonos, con gasolina que compró con una tarjeta de crédito, y se dirige a una tienda por departamentos para abrir otra cuenta de crédito, para poder llenar una casa hipotecada por treinta años con el banco, con muebles que han sido comprado en plan de pago a plazos. Ahora bien, la Biblia no condena el crédito, pero sí nos advierte que tengamos cuidado de cómo usarlo. “El rico se enseñorea de los pobres, y el que toma prestado es siervo del que presta”. Está bien tomar prestado para cosas necesarias, pero siempre debes pagar por artículos que no son esenciales. Por lo tanto, si es posible, paga al condado o no lo compres. “Los perversos piden prestado y nunca pagan” ( Sal 37.21 NTV). No es incorrecto pedir dinero prestado, lo que está mal es pedirlo prestado y no pagarlo. Entonces, la palabra para ti hoy es: aprende a vivir dentro de tus posibilidades.
Proverbios 22.7 RVR60
“El rico se enseñorea de los pobres, Y el que toma prestado es siervo del que presta.”
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