No seas un hipócrita

No seas un hipócrita

He aquí una definición práctica para la palabra hipocresía: “para ser vistos por los hombres”. Jesús tenía una política de cero tolerancia en este tema. ¿Por qué? Porque Él sabía que pone a la gente contra Dios. En cambio, Él enseñaba: (1) No esperes crédito por tus buenas obras. Ninguno. Si nadie las ve, no debes desilusionarte. Si alguien sí las ve, debes dar el crédito a Dios. Detente y pregúntale: “¿Si nadie supiera del bien que hago, lo haría de todas formas?”. Si no así, entonces lo estás haciendo “para ser vistos por los hombres”. (2) Da en secreto tus regalos monetarios. El dinero agita al farsante en nosotros. Nos gusta que nos vean ganándolo. Y nos gusta que nos vean regalándolo. Por lo tanto, Jesús dijo: “Cuando le des a alguien que pasa necesidad, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha” (Mt 6.3 NTV). (3) No finjas espiritualidad. Cuando vayas a la iglesia, no escojas un escaño solo para que te vean, ni cantes solo para que te escuchen. Si levantas tus manos en adoración, que sean manos santas, no de espectáculo. Cuando hables, no modifiques tu vocabulario con términos religiosos que estén de moda. ¿Has oído alguna vez a los niños gritando: “¡Mírame!” mientras juegan en el parque? Esto es aceptable porque todavía son inmaduros, pero no es admisible en el reino de Dios. Si llegan las felicitaciones, elúdelas antes de creértelas. Elimina el deseo de ser visto. Aviva el deseo de servir a Dios. En otras palabras, ¡no seas un hipócrita!

Mateo 23.5 RVR60

“Antes, hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres. Pues ensanchan sus filacterias, y extienden los flecos de sus mantos;”

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