Las recompensas de la generosidad
El Mar Muerto tiene una concentración de minerales tan alta que hasta la gente que no sabe nadar puede flotar en él. El único problema es el olor. Como no tiene salidas, el agua fresca que entra se contamina rápidamente. En esto vemos un principio bíblico importante: <<El generoso prosperará, y el que reanima a otros será reanimado>> (Pr 11:25 NTV). La intención de Dios no era que fueras un embalse, sino un río de bendiciones que fluye para alcanzar a otros. La Biblia dice: <<Un agricultor que siembra solo unas cuentas semillas obtendrá una cosecha pequeña. Pero el que siembra abundantemente obtendrá una cosecha abundante. Y Dios proveerá con generosidad todo lo que necesiten. Entonces siempre tendrán todo lo necesario y habrá bastante de sobra para compartir con otros>> (2 Co 9.6,8 NTV). Entonces, si necesitas un trabajo, involúcrate como voluntario en un comedor comunitario mientras estás buscando empleo. Si estás orando por un aumento en tu negocio, invierte lo mejor de ti en el negocio de otra persona y pídele a Dios que le prospere. Salomón escribe: <<Dale de comer al hambriento y un día serás recompensado>> (Ec 11.1 TLA). Aún si no tienes ahora mismo una necesidad específica, siembra de todos modos una semilla de bondad. Dios conoce el futuro, y algún día, cuando más lo necesites, regresará a ti como una cosecha.
<<Dale de comer al hambriento, y un día serás recompensado>>.
Eclesiastés 11.1 TLA
Dale de comer al hambriento, y un día serás recompensado.
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